Leer
es una de las acciones que más nutren nuestro conocimiento y escribir nos
permite expresar absolutamente todo lo que sentimos. Sin duda alguna una manera
de disfrutar de ambas es mediante la poesía. Esta es uno de los géneros
literarios más antiguos, tanto así que aun cuando el hombre no había
desarrollado la escritura ya recitaba poemas, y es que ha estado vinculada a
ritos, himnos y odas. La poesía está caracterizada por el cuidado del uso de
las palabras y por tener la posibilidad
de expresar el significado más profundo de ellas. Se utiliza un lenguaje
connotativo y subjetivo, es decir, está presente la asociación de ideas y la
libertad de escritura del autor. Para ello, generalmente se suele agregar
recursos literarios como la metáfora, el símil, el hipérbaton y la anáfora.
Además, dentro de la métrica de los poemas se encuentran los versos (línea de
un poema), estrofas (conjunto de versos con una misma composición poética) y la
rima (semejanza entre sonidos a partir de la última sílaba).
Es
difícil hablar de poesía y no mencionar a los miles de poetas latinoamericanos
que han marcado un antes y un después dentro de la literatura. Uno de los más
resaltantes fue el poeta uruguayo Mario Benedetti, quien nació el 14 de
septiembre de 1920 y falleció en el año 2009. El éxito de sus obras se debe al
reconocimiento de los lectores en las situaciones sociales y en la crítica,
mayormente en el ámbito ético, que Benedetti formulaba. Entre estas obras se
encuentran Poemas de la oficina, El país de la cola de paja, La tregua y
Gracias por el fuego. Igualmente, es sus escritos se evidencia sentimientos de
amor, esperanza y angustia, y algunos de estos fueron influenciados por la
situación política que en aquellos tiempos atravesaba Uruguay.
A
continuación se analizará su poema titulado “¿Qué les queda a los jóvenes?”
Este
poema está escrito con rima libre, es decir, no posee rima. Está compuesto por
tres estrofas y 29 versos (primera estrofa conformada por 9 versos y la segunda
y tercera estrofa de 10 versos cada una) y que empieza con una pregunta al
inicio, donde se evidencia el uso de anáforas, porque hay una repetición de
varias palabras al principio de cada estrofa. También, el autor utiliza la
metáfora en la pregunta de la tercera estrofa ¿qué les queda por probar a los
jóvenes en este mundo de consumo y humo? También, durante el poema se ven otras
como “abrir puertas entre el corazón
propio y el ajeno”.
El
tema central que abarca el poeta es el futuro de los jóvenes en un mundo
destruido. Plantea las situaciones actuales tal y como son y expresa su
descontento por eso. Muestra aquellas situaciones a los que los adolescentes
están expuestos día tras día y como estas han acabado con los valores, la
religión y la forma de vivir. Por ejemplo,
“en este mundo de paciencia y asco? ¿sólo grafitti? ¿rock?
¿escepticismo?” “en este mundo de rutina y ruina? ¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras
bravas?” son algunos de los conceptos que el autor propone que están acabando
con la sociedad. A pesar, de que hay una fuerte crítica, al final de cada
estrofa deja un mensaje esperanzador e inspirador a los jóvenes, demostrando
que no todo es malo y que está en nuestras decisiones hacer del mundo un mejor
lugar. Vivir cada etapa a su tiempo, dejar la rutina y la monotonía de lado.
Vivimos en un mundo consumista que busca solo disfrutar de lo inmediato, ante
esto debemos transformarnos, cambiar, mejorar, ser jóvenes críticos, ayudar al
que no puede y crear un futuro sobre lo devastado.
Por
las ideas anteriormente expuestas, podemos llegar a la conclusión de que la
poesía ha sido, es y será una de las formas de comunicación más hermosas y
expresivas. Nos permite mediante el uso de palabras contar una historia o
brindar un mensaje de reflexión, como es en este caso del poema “¿Qué les queda
a los jóvenes?”. Asimismo, analizamos esta obra de un autor tan relevante como
Mario Benedetti, que escribió más de 80 libros, y que en cada una de sus
palabras dejo un legado indiscutible. Aprender sobre poesía nos lleva a un
mundo donde la imaginación no tiene límites.
El poema es objetivo o subjetivo
ResponderEliminar